Ni con azúcar se quita lo amargo.
- Alfredo Guzmán
- 19 oct 2020
- 2 Min. de lectura
Los rojiblancos podrán seguir coreando por todo Guadalajara “pasan los años, pasan los días” al menos otro semestre.
Poca gente fuera de Guadalajara comprende la importancia y trascendencia del Clásico Tapatío. Pero esto no es culpa de la afición que vive fuera del estado de Jalisco, si no de lo monótonos que suelen ser los resultados de estos encuentros. Parece ser que los rojiblancos, son los únicos que saben endulzar las historias del fútbol jalisciense, historias dignas de leerse a la sombra del poste de una portería.
En esta ocasión no fue la excepción y los dirigidos por el Rey Midas se impusieron una vez más ante los Zorros, en otra edición del clásico más añejo del fútbol mexicano. Al parecer la fecha FIFA le sentó muy bien a las Chivas, ya que este fin de semana exhibieron un buen fútbol y ganaron con autoridad. Los 11 jugadores dentro del terreno de juego realizaron una faena digna de aplaudirse. Comenzando con Uriel Antuna quien salió en plan electrizante, siendo el jugador que la afición espera ver, desequilibrante y contundente. Además, J.J. Macias con chip de selección, generó espacio y jaló marca, siendo un constante dolor de cabeza para los rojinegros. Finalmente, el “Cone” Brizuela, bailó un jarabe tapatío sobre la banda y Raúl Gudiño mostró una seguridad que no se le veía desde hacía mucho tiempo.
Sin embargo, hubo personajes que quisieron maquillar el mal fútbol de los rojinegros, siendo Fernando Guerrero el protagonista de esta pieza. Tal pareciera que el silbante central no quería otro “clásico aburrido”, por ello en los últimos minutos comenzó a orquestar el “gran regreso rojinegro”. Esto al ignorar todo lo que la gente del VAR le decía y marcando dos penales dudosos, donde uno terminaría en gol. Además de no revisar la jugada del primer gol de Atlas, siendo que el balón ya habría abandonado por completo el terreno de juego sobre la línea de banda.
No obstante, esto no sería mayor problema para el Guadalajara, ya que, con la ventaja de tres goles, el final del partido parecía más una interescuadras de entrenamiento, que un partido de Liga MX. Con este resultado, las Chivas ya suman 5 victorias de manera consecutiva ante los Zorros, dando así un envión anímico en camino al cierre del torneo. Además de eso, con esto queda demostrado que la hegemonía del Clásico Tapatío le sigue perteneciendo, al igual que la ciudad, a las Chivas y que lo “amargo” de la derrota no se elimina ni con toda el azúcar del mundo.
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