5 takeaways de la semana 11
- Emiliano de la Parra
- 23 nov 2022
- 6 Min. de lectura
La racha de los Lions no es casualidad
El equipo de Detroit visitó el estadio MetLife para enfrentarse a unos Gigantes que venían de tener uno de los mejores inicios de temporada en los últimos 20 años. Saliendo de la semana 10 con 7 partidos ganados y solo 2 perdidos, el equipo de la gran manzana cómo locales eran claros favoritos para este enfrentamiento de domingo. Sin embargo los Leones decidieron ir contra todo pronóstico para sorprender con una victoria contundente 31 a 18.
El equipo visitante decidió recaer en dos pilares para conseguir esta victoria, la carrera, mediante la cual consiguieron 130 yardas y 4 anotaciones entre Jamaal Williams, Justin Jackson y De’Andre Swift, y el poderío defensivo (que al inicio de la temporada no aparecía, siendo una de las defensivas a las que más se les anotaba en las primeras 6 semanas). El enfoque de esta defensiva estuvo sobre Saquon Barkley, hombre mediante el cual la mayor parte de la ofensiva de los Gigantes transita. Con solo 22 yardas en 15 acarreos con promedio de 1.5 yardas por acarreo y 2 recepciones en 5 pasos para 13 yardas, Los de la ciudad motor detuvieron en seco el ataque de los Gigantes.
Es fundamental destacar que esta victoria de los Leones no es un hecho aislado, ya que esta se agrega a una racha de 3 partidos consecutivos ganados. Después de llevarse partidos divisionales seguidos contra los Empacadores y Osos, la defensiva de Detroit ha ajustado lo necesario para comenzar a ganar partidos.
Igualmente no puedo dejar de mencionar lo importante que es el entrenador en Jefe Dan Campbell en la ecuación de éxito de los Leones. El compromiso y entrega que tiene con sus jugadores, las ideas que emana en el vestidor y la pasión que contagia a todo su equipo son elementos que, aunados a precisas e inteligentes estrategias, son claves para el éxito. Campbell más el talento joven que tienen los Leones son una combinación que promete mucho, y nos dará mucho de qué hablar en un futuro cercano.
Zach Wilson causa dudas
El mariscal de campo de segundo año de los Jets de Nueva York estuvo en una lluvia de críticas tras su actuación el partido pasado contra los Patriotas. Por si no vieron este encuentro, el marcador era de 3 a 3 con menos de 1 minuto por jugar. La única jugada estelar para cualquiera de las dos franquicias llegó en la última jugada, con un regreso de despeje (el primero de esta temporada para cualquier equipo tras 537 despejes) que culminó en la anotación de la victoria para los Patriotas.
Con un partido sin touchdown, el foco de la inefectividad ofensiva recae en el mariscal de campo, en este caso, Zach Wilson. El ex alumno de BYU tuvo números poco decorosos, con solo 9 de 22 intentos completados para 77 yardas sin anotaciones. Con un índice de pasador de 50.8 (número que debajo de 70 ya resalta una muy mala actuación) y 40.9% de sus pases completos, este partido de Wilson fue para el olvido.
El problema es que sus números en el año tampoco son los mejores, teniendo más pases interceptados que de anotación, con 5 en manos de rivales y 4 en las diagonales. En 7 semanas, Wilson lleva menos pases de anotación que su suplente en las primeras 3 jornadas Joe Flacco, que conectó para 5 anotaciones.
Generalmente el segundo año no es determinante para un mariscal de campo con el potencial de Zach Wilson sobre todo si gana partidos, lo cual ha logrado 5 de 7 veces esta campaña. Sin embargo, si su rendimiento no mejora significativamente posterior a esta semana en lo que resta de la campaña, Wilson podría no llegar a su tercer año cómo titular del equipo, año donde generalmente se determina si un QB será o no el futuro de su equipo. Wilson necesita urgentemente demostrar más consistencia al soltar el balón y mayor confianza para poder enseñar el verdadero potencial que sabemos lleva dentro y permitir a su equipo pelear por puestos de postemporada.
Tony Pollard para RB1
El joven de 25 años seleccionado en la 4 ronda del draft de 2019 de la universidad de Memphis por los Cowboys de Dallas está explotando esta temporada a pesar de tener a Ezequiel Elliot, el titular del equipo por más de 5 años, como corredor titular. A pesar de ser el corredor número 2 en el equipo, esta temporada ha superado las 100 yardas en 3 ocasiones, ostentando un promedio de 5.9 yardas por acarreo.
Pero lo que acaba de hacer Pollard en este encuentro es para que McCarthy se pregunte seriamente quién debe ser el titular para los Vaqueros. Si bien no fue un partido de 100 yardas por tierra, lo que logró Pollard este partido contra los Vikingos fue espectacular. Con 80 yardas en 15 acarreos y 109 yardas en 6 recepciones de 6 pases en su dirección, la efectividad de Pollard es innegable. Y por si fuera poco, en 2 de esas 6 recepciones logró anotaciones.
La efectividad con el balón en las manos de Pollard no es ninguna sorpresa para el equipo de Dallas, ya que el promedio de yardas por acarreo en su carrera es de 5.3 yardas con 8.5 yardas por recepción, demostrado que las oportunidades que tiene las aprovecha al máximo. Es imperante que se plantee dentro del vestidor de los Vaqueros la posibilidad de comenzar la renovación de la posición de corredor para el futuro inmediato de la franquicia, contemplando que esto puede determinar qué tan competitivos serían en postemporada.
Los Commanders son un problema
El equipo de Washington está sorprendiendo a propios y extraños con el dominante rendimiento en recientes semanas. En la semana 10 derrotaron al último invicto de la liga y rival divisional, las Águilas de Philadelphia con una contundente demostración defensiva y con una sorprendentemente efectiva actuación del ex mariscal de la liga XFL, Tyler Heinicke. Y no se esperaron para repetir esa actuación dominante frente a los Texans este domingo, dominando de inicio a fin a los de Houston en su propia casa.
El equipo de la capital empezó la temporada con solamente 1 partido ganado y 4 perdidos al hilo bajo el comando de Carson Wentz. Sin embargo, después de una lesión de su mariscal de campo titular en la semana 6, entró Heinicke a los controles para conseguir su tercera victoria en la semana 7 contra los Empacadores. A partir de ese momento, los Commanders han ganado 4 partidos, incluidos el ya mencionado encuentro contra las águilas, y ahora este juego contra los Texanos con absoluta dominancia defensiva.
Después de casi dejar con solo 3 puntos a los Texanos este fin de semana (el touchdown de Houston llegó en los últimos minutos) el equipo de los Commanders se encuentran últimos en su división. Sin embargo, están a solo 3 juegos y medio del líder divisional y a 1 juego y medio de los otros dos competidores. Con 3 partidos restantes divisionales, los capitalinos no solo pueden ingresar a postemporada, sino que pueden competir por la corona divisional.
Los actuales campeones no levantan
Los Carneros de los Ángeles sufrieron su séptima derrota en 10 partidos la presente temporada, dejándolos en el fondo de su división. Por si eso fuera poco, perdieron contra un equipo que, en el momento que jugaron tenían peor récord que ellos y que no han sido competitivos en todo el año, los Santos de Nueva Orleans.
Es oficial la crisis que vive el equipo angelino después de conseguir levantar el trofeo lombardi la temporada pasada. Si bien han sufrido de lesiones claves, cómo la baja de Cooper Kupp a media temporada por 4 o 6 partidos y las contusiones de Mathew Stafford, igualmente cuando estos jugadores estaban sanos el equipo no lucía bien. Ya se deshicieron de sus corredores titulares que no sabemos si eran los culpables por la poca producción por tierra o si la línea tenía mayor responsabilidad, pero en general la ofensiva de los Rams no es competitiva.
Asimismo su defensiva sufrió la baja de Von Miller tras su partida a los Bills de Buffalo, y en general no han tenido la capacidad de detener las ofensivas rivales con contundencia y consistencia. Si los Rams quieren defender su título, tendrán que revertir una situación en extremo negativa y su semana de descanso (la cual utilizan varios equipos para replantear estrategias) ya pasó.
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